miércoles, 29 de mayo de 2013

EL CASTILLO DE CRISTAL

Leí este libro cuando tenía quince años, luego lo volví a leer a los dieciocho y sentí que estaba leyendo un libro completamente distinto al que recordaba. Me he compenetrado con este libro de tal forma, que cada día de mi vida lo recuerdo.

Se trata de una chica para la cual su padre era su héroe más grande, su figura de protección, su refugio del mundo, pero un día la decepcionó. Todos sabemos que la perfección no existe y que muchas veces amamos a alguien sin importar sus defectos, pero hay ocasiones en las que sin importar qué tan ciego sea el amor que sentimos, debemos separarnos un momento del sentimiento y pensar en nosotros mismos.

Esta chica tiene una familia muy particular. Su madre era de esas que pensaba que las medicinas eran para los débiles. Su padre era un hombre muy inteligente, pero ocultaba algo que lo llevará a él, junto a su familia, a un destino del que solo se salvarán sus hijos.

Eran tres hermanos. El menor tenía cinco años de edad, la mayor acababa de cumplir doce y la del medio, nuestra protagonista, tenía siete años de edad. Sus vidas transcurren entre mudanzas improvisadas a media noche, cursos de escuela sin terminar, amigos que nunca más volvieron a ver y basureros que en algunas ocasiones hicieron de almuerzo o de cena.

Cuando la protagonista cumple la mayoría de edad, decide huir de casa con todos los ahorros que había acumulado desde hace unos año atrás, pero para su sorpresa, su padre ha robado su dinero y ha decaído en el vicio del cual ella creía que él se había recuperado. Las apuestas y el alcohol se apoderaron de su héroe nuevamente.

A pesar de ello, decide trabajar fuertemente y enfrentar el reto de irse sola a una gran ciudad a estudiar y tratar de ayudar a sus hermanos a salir adelante y cumplir sus sueños. Pero hay algo que no importa lo que haga, no lo puede lograr, recuperar al hombre que era su padre. Desde el día en el que él trató de prostituirla, su vida dio un giro y todo cambió. La persona que ella veía como un ejemplo a seguir, la había decepcionado.

Pero no se rindió. Sacó adelante a sus hermanos y con el pasar del tiempo aprendió a perdonar.